¿La política estadounidense afecta alguna vez la toma de decisiones estratégicas y la guerra misma cuando Estados Unidos está en guerra?

La respuesta es enorme e inconfundible, ¡SÍ!

La pregunta es: ¿Qué vas a hacer al respecto?

“AT WAR!” Se está convirtiendo en un cliché podrido con una reputación notoriamente perdida. ¿Alguien puede recordar cuándo fue la última vez que el Congreso de los Estados Unidos declaró la guerra? (5 de junio de 1942 contra Hungría, Rumania, Bulgaria e Italia).

Si “en guerra” significa la suspensión de cualquier regla de conducta en un conflicto, entonces toda la toma de decisiones estratégicas no sirve si la “voluntad del pueblo” política disminuye. En guerras cortas, un lado u otro desprecian todas las reglas de una manera devastadora. En largas guerras, las partes se benefician de la guerra y conspiran para prolongarla.

La palabra “guerra” casi no tiene sentido cuando hay una “guerra” eterna contra las drogas, una “guerra” perniciosa contra la pobreza, una “guerra” simulada contra los mosquitos, ninguno de los cuales se ganará, pero todos son increíblemente costosos a todos menos a los ejecutores y las aseguradoras.

La frase “guerra contra el crimen” es tan criminal como las prisiones privadas.

La política hace realidad todas estas “guerras” de fantasía o las hunde en una batalla larga y brutal.