Clausewitz, uno de los más grandes pensadores militares de todos los tiempos, dice que el objetivo de la guerra es imponer su voluntad al enemigo. En la situación geopolítica actual, la voluntad de los Estados Unidos y la voluntad del Rey Unido están muy alineadas. Por ejemplo, ambas naciones se benefician enormemente del globalismo. Una guerra entre las dos naciones causaría estragos en el orden mundial global y causaría una realineación impredecible de poderes. Ninguna nación se beneficiaría. Por lo tanto, una guerra entre las dos naciones es extremadamente improbable en este momento.
Es concebible que si los objetivos de los dos países se distanciaran lo suficiente como para estar en una oposición irrevocable entre sí, es posible una guerra. En mi opinión, está más allá de la capacidad de cualquier hombre en una vida para causar una grieta en la relación especial entre dos aliados naturales e históricos.