La ciencia y la tecnología bizantinas fueron en gran parte bastante derivadas de trabajos anteriores. Los bizantinos conservaron y refinaron una serie de tecnologías romanas como las ruedas de agua y los acueductos, la fabricación de vidrio y el esmaltado, y la medicina relativamente sofisticada. El palacio en Magnaura contenía una variedad de “autómatas” (básicamente exhibiciones elegantes impulsadas por vapor, aire forzado o poleas), que, aunque impresionantes, probablemente no eran tan diferentes de los dispositivos similares construidos siglos antes. Otros desarrollos tecnológicos y hazañas bizantinos notables incluyen:
- El arco puntiagudo o “roto”, desarrollado ya en el siglo VI. No lo usaron mucho, pero fue clave en el desarrollo de la arquitectura gótica en el oeste.
- Fuego griego, el famoso, aunque poco entendido, incendiario.
- Sistemas de baliza. En una hazaña importante de topografía y geometría, el imperio construyó sistemas de torres en Anatolia y posiblemente en Grecia, permitiendo también la transmisión de mensajes de bajo ancho de banda (básicamente, “si el fuego está encendido, estamos siendo invadidos”).