Antes de rendirse, recuerde una cosa: “¡Nunca se rinda!” En realidad, esas situaciones, donde un grupo de soldados se encuentran rodeados y no tienen otra opción que rendirse, son extremadamente raras.
Casi siempre hay una salida. Durante mi tiempo en Bosnia y en Kosovo, presencié varias veces cuando un grupo o un solo soldado enemigo se rindió ante nosotros. Y su situación nunca fue tan extrema y desesperada que no hubieran podido elegir otra opción: luchar o retirarse, sin ser asesinados.
Entrevistamos a estos muchachos y estaba claro que su rendición era más una rendición moral, un cansancio general de la guerra, que la situación real realmente lo exigía.
La mayoría de los soldados profesionales ni siquiera querrían discutir una pregunta sobre la rendición. Esto simplemente no es una opción para ellos. Cuando te inscribiste en el ejército, te diste cuenta del hecho de que algún día podrías ser asesinado. Al menos deberías haberlo sido.
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Si observa de cerca la historia de la mayoría de los prisioneros de guerra, verá que solo un pequeño porcentaje de ellos se rindió. La mayoría de ellos fueron sorprendidos o heridos y no pudieron defenderse. En este caso no podemos hablar de rendición.
Según el diccionario Merriam Webster, la rendición es “aceptar dejar de pelear, esconderse, resistirse, etc., porque sabe que no ganará ni triunfará”. Definición de ENTREGA Esto significa que el individuo tomó la decisión y acordó rendirse y no continuar la lucha.
Y esto está fuera de discusión. ¡Nunca te rindas, nunca te rindas!