Respeto a todos los presidentes que conozco mucho. El trabajo que asumen es inimaginablemente difícil. Los dilemas que enfrentan son con frecuencia insolubles, por lo que fallan constantemente, pero no pueden rechazarlos. Tienen la responsabilidad final de las decisiones que matan a las personas, y casi siempre parecen sentir el peso de la misma. Sí, a veces pueden ser de mente pequeña, desviados por la política, hipócritas, atraídos por el poder, ignorantes, sujetos al pensamiento grupal, propensos a errores. ¿Como opuesto a qué? Este trabajo les pone el pelo blanco y los envejece más rápido que cualquier otra cosa que no sea ver fantasmas.
Todos ellos merecen respeto, y este país estaría mucho mejor si lo consiguieran, y nos limitamos a discutir sobre políticas, en lugar de caer en este baño de sangre de ataques de mierda y hominem que todos nos parecen tan atraídos.