Los gobiernos británicos a finales del siglo XVIII, sin duda, subestimaron el valor de las trece colonias.
Debe recordarse que en 1783 la nueva República Americana era un país grande para los estándares europeos, con una enorme riqueza potencial.
Sin embargo, los Estados Unidos de la década de 1780 seguían siendo uno de los países más pequeños de América del Norte. Sobre el papel, los territorios norteamericanos del imperio español empequeñecieron a Estados Unidos.
Dudo (esto es solo una opinión personal) que cualquiera en Gran Bretaña en 1783 podría haber imaginado el enorme Imperio de todo el continente que sería Estados Unidos en 1983, con su enorme población y recursos colosales. Si alguien puede demostrar que estoy equivocado en este punto, no dude en corregirme.
- ¿Cómo sería la batalla entre un grupo de ataque de portaaviones de EE. UU. Y toda la flota naval del siglo XVIII del Imperio Británico?
- ¿Cuál era el alcance territorial del imperio británico en el momento del acto de unión de 1707?
- ¿Cómo pudo Gran Bretaña controlar la mayor parte del continente africano y el subcontinente indio, a pesar de tener otros países europeos hostiles?
- ¿Podría volver el imperio británico?
- ¿Cuáles son los territorios de ultramar británicos más aislados con una población permanente viable?
Me interesaría mucho saber acerca de una persona del siglo XVIII que tenía poderes visionarios para prever los Estados Unidos del siglo XX.
Si el gobierno del rey Jorge III tenía alguna forma de darse cuenta de lo que Gran Bretaña podía perder al ser derrotado en la Guerra Revolucionaria Americana, entonces deberían haber evitado la posibilidad de cualquier conflicto, preferiblemente otorgando a las colonias británicas un mayor grado de autonomía, lo que finalmente conduciría a la soberanía plena. Esto es lo que hizo el Gobierno británico en el siglo siguiente con Australia, Nueva Zelanda y Canadá y es un ejemplo muy raro de un país que aprende de sus errores.
Al ofrecer a las Trece Colonias un camino planeado hacia la soberanía, Gran Bretaña podría haber mantenido vínculos económicos y maximizado la cooperación y la sinergia con las Colonias de América del Norte. Tal como estaban las cosas, los líderes estadounidenses a veces vieron a Gran Bretaña como un rival y un obstáculo para la política estadounidense que debe superarse.