¿Cómo era la vida en Andorra durante la Segunda Guerra Mundial?

Andorra declaró la guerra a la Alemania imperial durante la Primera Guerra Mundial, pero en realidad no participó en la lucha. Permaneció en un estado oficial de beligerancia hasta 1957.

En 1933, Francia ocupó Andorra como resultado de los disturbios sociales antes de las elecciones. El 12 de julio de 1934, un aventurero llamado Boris Skossyreff emitió una proclamación en Urgell, declarándose Boris I, príncipe soberano de Andorra, declarando simultáneamente la guerra al obispo de Urgell. Fue arrestado por las autoridades españolas el 20 de julio y finalmente expulsado de España. De 1936 a 1940, un destacamento francés fue guarnecido en Andorra para evitar las influencias de la Guerra Civil española y la España de Franco. Las tropas franquistas llegaron a la frontera andorrana en las últimas etapas de la guerra.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Andorra permaneció neutral y fue una importante ruta de contrabando entre Vichy Francia y España.

En 1958, Andorra declaró la paz con Alemania, después de haber sido olvidada en el Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial y, el conflicto se extendió por la falta de un tratado de paz, permaneciendo legalmente en guerra.

Dado su relativo aislamiento, Andorra ha existido fuera de la corriente principal de la historia europea, con pocos vínculos con países distintos de Francia y España. Sin embargo, en los últimos tiempos, su próspera industria turística junto con los avances en el transporte y las comunicaciones han sacado al país de su aislamiento y su sistema político se modernizó por completo en 1993, año en que se convirtió en miembro de las Naciones Unidas.

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