El asesinato del archiduque Franz Ferdinand y la posterior declaración de guerra de Austria-Hungría contra Serbia.
Austria-Hungría tenía una historia de ocupación y opresión de los serbios en una variedad de formas durante años antes de que ocurriera el asesinato. Esto es lo que llevó a la región de Serbia y los países vecinos a ser referidos como el “barril de pólvora de Europa” en ese momento. Los ciudadanos serbios estaban cada vez más agitados, y un grupo llamado “Mano Negra” decidió que era hora de actuar. Su asesinato es una historia fascinante, pero no voy a entrar aquí. Baste decir que el Archiduque fue increíblemente desafortunado ese día. Después del asesinato, Austria-Hungría envió un ultimátum exigiendo, entre otras cosas, una investigación austriaca sobre el asesinato. Esto fue visto como inaceptable en el tiempo, ya que Serbia ya estaba investigando el evento. Sin embargo, este era el propósito del ultimátum. Buscaban llevar a Serbia a una guerra para poder conquistarlos militarmente y poner fin a la situación del “barril de pólvora” de una vez por todas. Los serbios rechazaron cumplir con el ultimátum y pidieron apoyo a su aliado, Rusia. Austria-Hungría había actuado con el respaldo de su aliado, Alemania, todo el tiempo. Inglaterra y Francia sabían que si Rusia era atacada, tendrían que intervenir también. Por lo tanto, un asesinato, un país imperialista codicioso y una red de alianzas llevaron a gran parte del mundo oriental a un conflicto masivo que terminaría con millones de muertos.