Hay muchas personas peores que Hitler. A pesar de lo que podrías leer sobre Hitler, su objetivo principal era hacer lo que él pensaba que era bueno para Alemania. Ansiaba la gloria personal, pero no era demasiado sádico y no inició los terribles actos en los que Alemania participó por pura alegría malévola. Hitler trató bien a las personas que le sirvieron bien. Hitler estaba dispuesto a preparar sucesores potenciales, declarando ya en 1939 que Goering sería su sucesor, mostrando al menos algo de modestia.
Stalin fue peor. Stalin mató o marginó a las personas más competentes a su alrededor que podrían haber amenazado su poder. Por ejemplo, su general más competente fue Georgy Zhukov, pero debido a que Zhukov era ampliamente admirado, Stalin tuvo que frenar el poder de Zhukov. Zhukov podría haber sido un buen líder de la Unión Soviética, pero Stalin no quería perder su gloria. En cambio, Stalin le mostró su favor a otro general, Konev, que era un hombre mucho menos carismático conocido por su brutalidad excesiva, que nunca podría convertirse en el líder de la Unión Soviética. Cuando Stalin murió, hubo una lucha de poder porque no había nombrado a nadie para que le sucediera.