¿Cómo ha contribuido la Ley de Títulos Reales a la independencia de la India?

La independencia y partición de la India británica fue realizada por el gobierno británico. Pero los Estados principescos eran un asunto diferente. Los británicos no se habían apoderado de varios territorios. En cambio, habían forjado tratados con los gobernantes.

En el momento de la independencia, alrededor de 530 (no hay acuerdo sobre la cifra exacta) existían tales Estados principescos. Allí los gobernantes eran principalmente jefes de figura y la condición general era peor que la de la India británica, aunque hubo algunas excepciones. Sus tamaños iban desde una colección de unos pocos pueblos hasta uno más grande como Cachemira y Hyderabad, que eran tan grandes como las provincias más grandes de la India.

El instrumento de adhesión (a la República India planeada) tuvo que ser negociado por separado con cada uno de los gobernantes de los Estados principescos. La mayoría de estos gobernantes se dieron cuenta de que las mareas estaban en contra de ellos, pero aun así querían aferrarse a su orgullo. La Ley de títulos reales era un apaciguamiento simple y barato. A los jefes y príncipes se les permitió conservar sus títulos reales, que eran de naturaleza puramente hereditaria y ceremonial.

Esto funcionó realmente bien ya que muchos de los “reyes” ya se habían dado cuenta de su futuro. Esto les permitió una victoria y orgullo concesionales. Aceleró el proceso con muy poco costo para la India. El acto fue anulado por Indira Gandhi más tarde, pero para entonces las familias reales ya no tenían influencia.