Un saxo sajón, cuchilla, dentro de un entierro que excavé:
Cuando me opongo a cazadores de tesoros y saqueadores (a menudo los mismos malvados), este desafío generalmente se me lanza: ¿no soy mejor que un ladrón de tumbas?
Ciertamente, he excavado muchos entierros humanos en varios sitios de entierro, uno de ellos es el cementerio de una catedral.
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En Inglaterra, los arqueólogos trabajan para la ley inglesa:
- Excavar en cualquier lugar requiere permiso del propietario.
- Si se cree que existe la posibilidad de encontrar restos humanos, se debe informar al forense local de inmediato (es decir, con anticipación).
- Cuando se encuentran inesperadamente restos humanos, o cualquier cosa que parezca humana, llame a la policía, que inspeccionará el sitio, los restos y preguntará a los arqueólogos. La policía decidirá qué, si hay algo, se debe hacer a continuación.
Además, cuando se ve que el entierro está asociado con el cristianismo o cualquier otra religión existente, es habitual ponerse en contacto con la autoridad religiosa correspondiente.
Entonces, ¿por qué los excavamos?
Los ladrones de tumbas eran comunes y todavía existen hoy en día, especialmente cuando piensan que pueden encontrarse objetos de valor. Los arqueólogos pueden adelantarse a tal ataque excavando adecuadamente, lo que incluye registrar completamente todo y hacer que los hallazgos, los datos y la interpretación estén disponibles (y seguros) para su estudio.
La erosión por el clima y el agua destruye naturalmente los sitios. Dirigí un sitio de entrenamiento en un acantilado de tiza donde el suelo tenía solo un par de pulgadas de profundidad y fue arrastrado, a través de los siglos, a un corral. Si no hubiéramos hecho nada, la naturaleza habría continuado destruyendo la arqueología.
Toda la tierra pertenece a alguien y son dueños de lo que está dentro y debajo de ella. Luego, los gobiernos también ingresan a la tierra de alguien para realizar obras públicas (carreteras, líneas ferroviarias, cables y tuberías), etc. Todas estas personas son libres de perturbar lo que quieran y, a menudo, eso será arqueología, incluidos los restos humanos. Son los arqueólogos quienes los protegen, conservan y registran, haciendo que nuestro patrimonio cultural esté disponible para todos y sea comprensible.