¿Cuál podría ser la expresión más profunda de una figura bien conocida con respecto a la Primera Guerra Mundial?

En mayo de 1946, el famoso ensayista, novelista y escritor satírico inglés George Orwell (1903-1950), publicó un artículo en la revista británica de corta duración ” Polemic “, en el que analizaba la mentalidad política, socioeconómica y nacionalista de la Cuatro participantes estatales dominantes de la Primera Guerra Mundial: Inglaterra, Rusia, Alemania y Francia.

Literalmente, cada país se vio a sí mismo como la encarnación de la causa correcta por la que luchar, y lo mantuvo así durante más de cuatro años … Nadie estaba dispuesto a dar marcha atrás. Las grandes potencias estaban tan seguras de sí mismas, que cada una pensó que los ejércitos opositores colapsarían en solo un par de meses; en esencia, sería una guerra rápida. Cada beligerante se veía a sí mismo como vencedor, asegurando que todos estarían en casa para las vacaciones de diciembre de 1914. En lugar de una guerra ” rápida ” planificada de cuatro meses, los combatientes tuvieron cuatro años de guerra sin guión.

El concepto de la Primera Guerra Mundial, considerado como una guerra rápida, se convirtió en presa fácil para periodistas y autores durante la Guerra, y durante los siguientes 30 años. Durante todo este período, George Orwell se convirtió en uno de los escritores más venerados del siglo XX.

Es apropiado que se haya conservado un comentario orwelliano sobre la locura de una guerra rápida. La cita de 1946 de Orwell que se menciona a continuación, ha demostrado su precisión duradera durante 70 años.

Orwell dijo: ” La forma más rápida de terminar una guerra es perderla “.

Ciao!

“¿Importa?”

por Siegfried Sassoon, (1886–1967)

¿Importa? ¿Perder las piernas? …
Para la gente siempre será amable,
Y no necesitas demostrar que te importa
Cuando los otros entran después del fútbol
Para engullir sus magdalenas y huevos.

¿Importa? ¿Perder la vista? …
Hay un trabajo tan espléndido para los ciegos;
Y la gente siempre será amable
Mientras te sientas en la terraza recordando
Y volviendo la cara a la luz.

¿Importan? ¿Esos sueños del pozo? …
Puedes beber y olvidar y alegrarte
Y la gente no dirá que estás enojado;
Porque sabrán que has luchado por tu país,
Y nadie se preocupará un poco.

“Las lámparas se están apagando en toda Europa, no las veremos encendidas de nuevo en nuestras vidas”.

Cualquiera que haya mirado a los ojos vidriosos de un soldado que muere en el campo de batalla pensará mucho antes de comenzar una guerra. ~ Otto Von Bismark

Este libro no debe ser ni una acusación ni una confesión, y menos que nada una aventura, porque la muerte no es una aventura para quienes se enfrentan cara a cara con ella. Tratará simplemente de hablar de una generación de hombres que, a pesar de que pudieron haber escapado de sus caparazones, fueron destruidos por la guerra.

Todo tranquilo en el frente occidental – Erich Maria Remarque

Las últimas palabras del archiduque Fernando le dijo a su esposa: «Sophie, no mueras. Vive para nuestros hijos. Eran buenas personas. Se convirtieron en las primeras víctimas.