Muchas rasones.
- Occidente cree que la democracia resolverá los problemas de todos. Un país democrático que no está bien debería ser criticado porque es democrático, entonces, ¿cómo puede ser que hagan algo mal? Los países no democráticos (como los países árabes) no son criticados, porque Occidente mantiene esta ingenua creencia de que, como no son democráticos, son bárbaros incivilizados que no conocen mejor.
- La corrección política es un gran problema con los liberales, y Occidente está impulsado por el liberalismo. Criticar a los árabes es un tabú, en parte porque, bueno, todos vimos lo que sucedió con Charlie Hebdo y similares, y en parte porque Dios no permite que nadie diga nada malo sobre nadie además de los conservadores blancos.
- Occidente necesita recursos y comercio del Medio Oriente y África del Norte, principalmente petróleo, y por lo tanto no se atreverá a decir nada que pueda generar críticas de dichos países árabes y, lo que es peor, arriesgarse a sanciones económicas (mire cómo Arabia Saudita dejó de vender el petróleo de EE. UU. porque Estados Unidos apoyó a Israel en la Guerra de Yom Kippur de 1973).