¿Cómo surgió la humanidad con la idea de la monarquía?

Es simple de entender. Aunque todos decimos que queremos libertad, libertad e independencia para tomar nuestra propia decisión, realmente no queremos eso. Queremos seguir, queremos no pensar, más bien queremos que nos digan que hagamos lo que se supone que debemos hacer.

Queremos que alguien haga una rutina para nosotros que podamos seguir. Nacer, aprender, escuela, universidad, trabajo, matrimonio, hijo, hipoteca, casarse con sus hijos, nietos, morir. ¿Te suena familiar?

Vamos a correr para presentar nuestro poder de control lo antes posible. Tomar decisiones es difícil, asumir la responsabilidad de esas decisiones es aún más difícil. Considerando esto, no es difícil imaginar por qué etiquetaremos a una persona como rey / reina y le daremos poder total.

Oh! y democracia. Es como el sistema monarca velado en la mayoría de los países. El nepotismo es tan común y frecuente que la democracia actual es casi una monarquía.

¡La humanidad no lo hizo! Eso hace que parezca que todos tuvimos una reunión y votamos por nuestro chico favorito. ¡No! El más malo de la tierra, o el que podía criar al ejército más grande y malo de otros tipos malos, libró una brutal guerra de aniquilación contra todos y cada uno de los otros equipos de malvados autodenominados. El ganador debía ser Rey, su pandilla debía ser aristócratas y ministros gubernamentales y la oposición debía ser ejecutada. El 99% de la población se encogió de miedo, fue presionada por uno o ambos lados y fueron arrojados como rocas calientes cuando terminó. El equipo ganador decidió que lo que habían robado, ocupado, secuestrado, usurpado, etc., ahora era suyo a perpetuidad y podía pasárselo a sus hijos.

De vez en cuando, algunos nobles se encontraban molestos, molestos, molestos o, en general, disgustados porque no obtenían el amor que sentían que merecían (a menudo porque el Rey no estaba haciendo la religión correctamente). Estos nobles se entregarían a un lugar de ‘cambio de régimen’ al invitar al tercer primo del hijo ilegítimo de alguien a reemplazar al viejo Rey en otro breve período de sangría. (Siempre que necesite un nuevo Rey, un buen genealogista siempre puede encontrar un candidato ‘calificado’)

Debo agregar que este no es el comportamiento de nuestra propia, actual, Querida Reina (aunque, por lo que parece, ¡es un poco rudo!)