¿Cómo fue influenciada la Revolución Francesa por la Revolución Americana?

No. La revolución francesa fue un asunto serio, una gran agitación social. La “Revolución” estadounidense fue simplemente una guerra civil británica en la tierra de los nativos. Un grupo de británicos se quedó y se hizo llamar “estadounidenses”, el otro grupo se fue a su casa.

Se podría decir que la revolución francesa fue un movimiento progresista, la revolución estadounidense fue un movimiento antiprogresista. Los colonos temían que Gran Bretaña se volviera demasiado progresista, otorgando derechos a los nativos americanos y pidiendo el fin de la esclavitud.

No puedo imaginar que los franceses hubieran encontrado mucho para inspirarlos en la “revolución” estadounidense, aunque pueden haberse divertido un poco de que Gran Bretaña haya empeorado.

Como ves en la Segunda Guerra Mundial, ¡hay dos revoluciones estadounidenses, la real y la mitológica que los estadounidenses construyeron después!

Dos caminos:

Francia bajo Luis XVI invirtió fuertemente en la Revolución Americana, principalmente para apoyar a los revolucionarios contra Gran Bretaña, el principal rival de Francia, especialmente después de la Guerra de los Siete Años. Como resultado, la economía francesa se hundió aún más en la deuda, casi hacia la bancarrota. Esta fue una de las causas directas de la Revolución Francesa.

Muchos franceses se inspiraron en el razonamiento fundamental de la Revolución Americana: los colonos estadounidenses estaban siendo fuertemente gravados por Gran Bretaña, de la misma manera que la población francesa (Tercer Estado); y la Revolución Americana se arraigó en los ideales ilustrados de libertad e igualdad, inspirando a los revolucionarios franceses en la lucha contra la “tiranía” (Luis XVI) y ganando derechos.

Como puede ver, la monarquía francesa se puso en una situación bastante paradójica.

La revolución que siguió, por supuesto, no fue exactamente como se pretendía.

Sí, por más de una razón número uno, inspiró a los franceses y a otros países oprimidos a rebelarse y comenzar su propio gobierno. Número dos, cuando Francia ayudó a Estados Unidos bajo el gobierno del rey Luis XVI a vengarse de la guerra de siete años, se declararon en bancarrota y no pudieron detener la revuelta.