De ninguna manera.
- No hay división entre las élites rusas, que es un requisito previo para una revolución
- La policía secreta de Putin parece haber absorbido todas las lecciones de las revoluciones de 1917 y 1991, y hace todo lo posible para frustrar el intento más pequeño de organizar una oposición viable. Toda la burocracia está capacitada para interceptar los signos más pequeños de disturbios civiles y prevenirlos.
- El desempleo es bajo o inexistente.
- La capital siempre ha sido el lugar de las revoluciones rusas. En Moscú, los problemas económicos que hemos experimentado debido a los bajos precios del petróleo son casi imperceptibles. Para mí, la ciudad parece tan espléndida y llena de dinero como antes.
- No hay problemas precarios en la distribución de alimentos, ni atrasos en el pago de salarios, similar a lo que desencadenó disturbios en la historia rusa.
- Putin tiene suficiente dinero para tirar en cada emergencia que pueda ocurrir.