Comenzando a mediados del siglo XIX, la construcción del Ferrocarril de Panamá, el fallido proyecto del Canal de Panamá por parte de los franceses y la construcción final del Canal por los Estados Unidos, que culminó en 1914, la tarea de tender puentes entre los océanos Atlántico y Pacífico empresas entrelazadas que empleaban más de 100.000 trabajadores. No hubo uso de trabajadores esclavos durante los 65 años que abarcaron estos proyectos relacionados. Y aunque la mayor parte de los trabajadores importados provenían de antiguos reservorios de esclavos en las islas del Caribe, había una parte significativa de los trabajadores chinos que compartían la peor parte del trabajo manual.
En cuanto a las condiciones de trabajo, estas fueron extremadamente duras. Hubo un claro sistema de reparto impuesto tanto por el origen étnico como por la división del trabajo. Y la combinación de riesgos para la salud relacionados con el trabajo, el clima y las enfermedades resultó en una cifra de muertos de más del 10% de la fuerza laboral total.