El latín era el idioma internacional dentro de los límites del Imperio Romano mucho después del 250–300 dC, y siguió siendo el idioma de la Iglesia y aprendió el discurso hasta el Renacimiento e incluso más allá. Copérnico escribió en latín. Dante escribió alabando la lengua italiana, en la que compuso la Comedia, en la obra latina De vulgari eloquentia. Cuando Ficino tradujo los diálogos de Platón, los tradujo al latín en el siglo XV. El gran trabajo de Newton sobre física y matemáticas, el Principia Mathematica, fue escrito y publicado en latín en 1687 con ediciones posteriores en 1713 y 1726. Muchos monumentos de la erudición del siglo XIX, como las colecciones de los padres griegos y latinos de Migne, se introducen en latín ( ver Patrologia Latina). Lo mismo vale para la historia alemana (Monumenta Germaniae Historica – Wikipedia).
La evolución de las diversas lenguas romances e inglés (que le debe mucho al latín) es extremadamente compleja y varía de un idioma a otro. Aquí hay un artículo sobre la evolución del francés —Historia del francés— Wikipedia Los primeros textos en francés datan del siglo IX.