La pregunta se refiere a finales de marzo, y las cosas han cambiado considerablemente desde entonces. Daré un resumen del estado en el campo de batalla tal como está ahora, a fines de abril.
Las fuerzas de Assad están avanzando en la región de Qalamun. Esta es un área de suministro importante para los rebeldes alrededor de Damasco, y su caída inhibiría el reabastecimiento rebelde en Ghouta. Sin embargo, no lo cortará. Todavía tendrán acceso a suministros procedentes de Deraa, donde los rebeldes avanzan hacia Nawa.
Si Nawa cae, los rebeldes habrán abierto el camino a Damasco: las fuerzas gubernamentales tendrían que desviar los recursos de otros campos de batalla para detenerlos, y sus fuerzas ya se han reducido.
En el frente norte, las cosas son aún más sombrías para el gobierno. Las líneas de suministro a Idlib y Alepo están colgando de un hilo. Especialmente en Alepo, si los rebeldes cortan los suministros a la ciudad, será el fin de las tropas del ejército allí. Simplemente hay demasiados para abastecer por gota de aire, y la ciudad caería en unos pocos meses.
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En Hama, los rebeldes avanzan hacia el sur. Esto es especialmente malo para el gobierno. Si los rebeldes pueden mudarse al sur de Hama, Alepo estará condenado, Homs se volverá a encender con violencia y la marea cambiará irreversiblemente.
¿Es esto inevitable? No. Las fuerzas de Assad podrían lograr cortar suministros a Ghouta después de ganar en Qalamun y matar de hambre a Ghouta. Eso permitiría la reasignación de algunas fuerzas de Damasco para estabilizar otros frentes.
¿Cuál de estos escenarios es más probable? Es muy difícil saberlo. Sin embargo, entre el gobierno y los rebeldes, estos últimos están definitivamente más cerca de ganar. Las fuerzas de Assad hasta ahora solo han logrado alcanzar una proporción de muertes 2: 1. Según analistas independientes, necesitan al menos 3: 1 para lograr cualquier cosa.
Una cosa es segura: el anuncio de Assad de que la guerra terminará para fin de año no tiene absolutamente ningún fundamento en la realidad.