La crisis de Suez, también llamada Agresión tripartita (en el mundo árabe) y Operación Kadesh o Guerra del Sinaí (en Israel), fue una invasión de Egipto a fines de 1956 por parte de Israel, seguido por el Reino Unido y Francia. Los objetivos eran recuperar el control occidental del Canal de Suez y sacar del poder al presidente egipcio Gamal Abdel Nasser. Después de que comenzaron los combates, la presión política de los Estados Unidos, la Unión Soviética y las Naciones Unidas llevó a la retirada de los tres invasores. El episodio humilló a Gran Bretaña y Francia y fortaleció a Nasser.
El presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, había advertido fuertemente a Gran Bretaña que no invadiera; ahora amenazaba con causar graves daños al sistema financiero británico. Los historiadores concluyen que la crisis “significó el fin del papel de Gran Bretaña como una de las principales potencias del mundo”.