La verdadera respuesta a esta pregunta es un poco compleja. La verdad es que Rusia está viendo una oportunidad para impulsar el nacionalismo y Estados Unidos está viendo eso como una amenaza. Las cosas en Rusia desde la caída del comunismo han sido bastante malas. El pueblo ruso necesita algo para recuperarse: necesita una victoria. Putin ha logrado retener el poder porque camina por el camino correcto y habla el discurso correcto. Rusia está desesperada por ser reconocida una vez más como una potencia mundial. La intromisión de Estados Unidos en los asuntos de los países del Medio Oriente es particularmente impopular en Rusia y gran parte del este. Rusia ahora tiene la oportunidad de establecer un punto de apoyo en el Medio Oriente al establecerse en Siria, mientras que Estados Unidos lo ve como una amenaza porque actualmente domina completamente la escena. Además, Rusia está apoyando al gobierno de al-Assad, mientras que Estados Unidos lo quiere fuera del poder.
Esencialmente, se podría decir que la intervención rusa no se trata tanto de combatir el terrorismo como de salir al escenario mundial como una potencia global nuevamente. Sin embargo, EE. UU. Se opone mucho a esto y cree que debe enfrentarse a un contragolpe cada movimiento que Rusia haga para invadir un área donde existe una relación estratégica de larga data (a saber, Turquía) con EE. UU. Si la preocupación de EE. UU. Es legítimo o no, una presencia rusa continua no es bienvenida y continuará tensionando la relación entre las dos naciones.