En cierto modo, si se limita a la región que hoy describiríamos como Europa occidental y el norte de Italia. Los romanos tendían a pintar a todas estas personas, desde Hispania hasta Gallia y Britannia, con un pincel ancho. No fue del todo injustificado: la mayoría de los europeos occidentales históricamente hablaban lenguas celtas, un hecho que muchos escritores contemporáneos notaron, incluso si carecían de una palabra para describir a la familia lingüística. Sería un error agruparlos a todos mucho más que eso.
Vale la pena señalar que las tribus galas, a modo de migración, terminaron estableciéndose hasta los Balcanes y Turquía. Pero el corazón parece haber sido Europa occidental, en lugar de Europa central, como lo han propuesto celtas anteriores. Para las personas que vivían en estas regiones durante la época romana, “Celta”, o solo un poco más limitado, “Galia”, era un término general común.