¿El Estado Islámico está ganando contra sus enemigos?

Hay dos campos de batalla diferentes en la guerra con el Estado Islámico:

  • Campo de batalla militar estándar en Siria e Irak. Ahora están perdiendo.
  • Campo de batalla de la guerra de información. Aquí están ganando. La influencia ideológica y el proceso de radicalización de los jóvenes musulmanes a través de Internet es exitoso y no tenemos herramientas eficientes contra eso ahora. El efecto secundario de la radicalización es el terrorismo, cuyo último éxito es el ataque en Bruselas (22.3.).

Guerra de información : La guerra de información puede implicar … la difusión de propaganda o desinformación para desmoralizar o manipular al enemigo y al público, … La guerra de información está estrechamente vinculada a la guerra psicológica.

Radicalización: es un proceso por el cual un individuo o grupo adopta ideales y aspiraciones políticas, sociales o religiosas cada vez más extremas que rechazan o socavan el status quo o rechazan y / o socavan las ideas y expresiones contemporáneas de libertad de elección.

Los enemigos de Daesh son los siguientes ( http://www.newsweek.com/2014/09/ …):

  1. Estados Unidos y sus aliados.
  2. Los salafistas
  3. Jeques árabes del petróleo
  4. Todos los musulmanes chiítas
  5. Irán y sus militares
  6. Iraq y sus militares
  7. Siria y sus militares
  8. Hamás
  9. Hezbolá
  10. Al Qaeda

Si bien Daesh obtuvo algunas victorias en Irak y Siria, ni siquiera están ni remotamente cerca de ganar en nada. Sus modelos económicos, militares y de gobierno no son sostenibles, y es solo cuestión de tiempo, hasta que se maten de hambre financiera, política y de otro tipo.

Su único éxito, la propaganda en las redes sociales, si bien es efectiva al principio, también está perdiendo su atractivo, y una vez que los nuevos reclutas se dan cuenta de que la vida prometida es diferente de la realidad, desechan rápidamente.

Desde una perspectiva histórica, Daesh realmente no ha logrado nada, excepto arruinar algunos de los monumentos históricos en Siria e Irak. Esto los pondrá en un mapa de la historia, pero en un aspecto negativo, no inspirador.

El mundo moderno (con libertad de expresión en la mayoría de los países, educación avanzada, Internet y armas nucleares) no está diseñado para que la religión se mezcle con la política y sirva como instrumento de control, y Daesh es solo otra prueba de ello.