No solo no hay evidencia sólida de que los europeos lleguen a América Central o el Caribe antes de Colón, sino que la idea de que los aztecas creen en un dios de ojos azules y cabello rubio está en un terreno cada vez más inestable. La idea cae en varios aspectos:
- Quezalcoatl, el dios que se dice que se confundió con Cortez, no está representado en la iconografía azteca como de ojos azules o cabello claro. Los textos anteriores a la conquista española son escasos en el terreno, pero tampoco hay informes escritos de sus atributos que indiquen esas características hasta mucho después de la conquista.
- Las fuentes que relatan la historia de que Cortés fue tomado por un dios se derivan directa o claramente de fuentes españolas. Además, la historia no se puede rastrear más allá de unas pocas décadas después del evento en cuestión.
- Las lecturas de la recepción de Cortez por los aztecas, que relatan su ofrecimiento del imperio azteca por su gobernante, suenan bastante generosas al principio, pero adquieren un significado diferente a la luz de la alta cultura azteca. Las exhibiciones exageradas de generosidad son una forma de exhibición cortés ofrecida por un superior a un inferior.
Toda la idea, entonces, parece haber sido propaganda difundida mucho después del hecho por los españoles, en particular los misioneros franciscanos que combinan ideas nativas algo milenarias con los cambios generados por la llegada de los españoles. Si bien no es imposible que los europeos (o africanos) precolombinos ocasionales hayan aparecido en las costas del Nuevo Mundo, no hay evidencia particular que apunte en esa dirección.