¿Los relatos de Flavio Josefo, Tácito, Plinio y Suetonio realmente prueban que Jesús existió?

No.

Primero, “Jesús” como nombre en cualquier idioma no aparece en ninguno de los manuscritos antiguos reclamados como primeros cristianos. En cambio, usan una abreviatura conocida como Nomina sacra. Lo mismo se aplica al título “Cristo”.

Se destacan dos nomina sacra , ΙΥ y ΘΥ, que representan a Jesús y Dios respectivamente, en este pasaje de Juan 1 en el Codex Vaticanus (B), siglo IV:

En segundo lugar, la copia existente más antigua que tenemos para Josefo es medieval, producida por monjes carolingios.

Tercero, cuando el título aparece en las fuentes seculares es Chrest, no Cristo; Esto también es cierto para la Biblia más antigua (y su Nuevo Testamento).

(A partir de estos hechos verificables, debemos concluir que cualquier mención de “Jesucristo” en los primeros siglos es falsa o una adición posterior).

El testimonio de Josefo también ha sido completamente desacreditado por otros motivos.

Para más información sobre esto, con detalles arqueológicos, ver:

  • La respuesta de John Bartram a ¿Hubo romanos antiguos no cristianos que pudieran confirmar que Jesús fue crucificado por el gobierno romano?

Imaginar que el hombre divino de los evangelios, sin importar cómo se presente el nombre y el título, es histórico es un error enorme, porque es un personaje de la literatura griega, una ficción. Se le presenta, y se lo entendió como, un mago, un mago, un personaje más acorde con Harry Potter con su varita mágica.

  • John Bartram sobre historia religiosa

Pregunta original: ¿Los relatos de Flavio Josefo, Tácito, Plinio y Suetonio realmente prueban que Jesús existió?

No, por dos razones principales.

En primer lugar, ninguno de esos historiadores estaba vivo en el momento en que Jesús, o más correctamente, Yeshua, supuestamente estaba vivo, por lo que sus comentarios no son más que rumores.

En segundo lugar, todas las referencias que contienen fueron escritas después de que se haya escrito al menos el primero de los evangelios (Marcos), por lo que es muy probable que hayan obtenido al menos parte de su información de esto y los evangelios posteriores. Pero todos ellos fueron escritos anónimamente, solo se les dieron sus títulos atribuidos en una fecha posterior para tratar de autenticarlos, y no se anotaron entre 40 años (Mark) y 80 años (John) después del momento de La supuesta crucifixión de Jesús.

También hay una tercera razón, que es que no hay evidencia extrabíblica contemporánea de que Jesús existió, ciertamente no como se describe en la Biblia. La primera referencia a él es de Pablo en sus Epístolas, e incluso esto no fue escrito hasta que Pablo sentó las bases de la secta judía que más tarde se convirtió en cristianismo, unos 20 años después de que supuestamente Jesús fue crucificado.

Habiendo dicho eso, no hay razón para sospechar que el personaje figurativo póstumamente seleccionado de Paul para su nueva religión no estaba al menos en parte basado en una persona real. La mayoría de los historiadores bíblicos están de acuerdo en que probablemente fue un predicador judío itinerante que habló en voz muy alta contra la muy estricta ortodoxia religiosa de la época, fue arrestado por hacerlo y pagó el precio al ser crucificado. Pero no sabemos absolutamente nada acerca de esta persona, aparte de suponer que se llamaba Yeshua, y que habría sido un hombre perfectamente normal. Toda la deificación y las historias de milagros fueron póstumas, probablemente como parte del proceso de tratar de comercializar la nueva religión a las personas ingenuas y supersticiosas de la época.

Entonces, no, dada la ausencia total de registros autenticados de Jesús, y el hecho de que todos los historiadores que mencionas solo habrían tenido acceso a al menos información de segunda mano, o probablemente de tercera o más mano, y muy probablemente material de marketing extremadamente exagerado en ese momento (como era común en ese momento), no hay nada que pruebe que Jesús existió.

En circunstancias normales, podrían haberlo hecho. El problema es que la historicidad de Jesús está (quizás irreparablemente) contaminada por siglos de apologética cristiana, incluido el fraude absoluto, disfrazado de erudición legítima.

Jesús, si alguna vez existió, está enterrado bajo una montaña de cuentas inventadas, reliquias falsas, mitos, sesgos de confirmación y pseudociencia, lo que impulsa cada aspecto de tal “investigación” para confirmar sus conclusiones predeterminadas. Esto hace que sea casi imposible distinguir entre referencias a personas y eventos históricos reales, y referencias a mitología o fabricación, especialmente si el autor de algún trabajo antiguo no proporcionó medios de verificación y no dio indicios de comprender la diferencia.

Josefo, por ejemplo, describe a los descendientes de Hércules —el hijo de Zeus y una mujer mortal— en el mismo relato histórico en el que menciona a Jesús, el hijo de Yahweh y una mujer mortal.

“Que de Surim era la tierra de Asiria denominada; y que de los otros dos, Apher y Japbran, el país de África tomó su nombre, porque estos hombres eran auxiliares de Hércules, cuando luchó contra Libia y Anteo; y que Hércules se casó con la hija de Afra, y de ella engendró un hijo, Diodoro; y que Sophon era su hijo, de quien se denominó a esa gente bárbara llamada Sophacians. ”- Las Antigüedades de los Judios, 1.222–1.241 , por Flavio Josefo, traducido por William Whiston.

¿Josephus, al citar a Hércules, se refiere a sabiendas a la mitología de las culturas de su tiempo, o Josephus realmente informa que el Hijo de Zeus existió como figura histórica? ¿Cuáles son las implicaciones para la veracidad de las afirmaciones que Josefo hace sobre Jesús? No lo sé, pero debería ser especialmente revelador que para muchos cristianos, incluso para los llamados “eruditos”, eso hace poca diferencia, ya que cualquier interpretación que arroje dudas sobre la existencia de su mesías será ignorada. Por lo tanto, Josefo proporciona “pruebas” para generaciones de investigadores crédulos, para quienes el descubrimiento de la verdad o falsedad histórica nunca fue realmente la prioridad en primer lugar.

Interesante no es que las personas estén dispuestas a aceptar todos sus otros escritos como ‘prueba’ de hechos científicos, pero aún así quieren insistir en que están mintiendo sobre esto. Sus escritos sobre la naturaleza y el orden social y el gobierno y la historia y el ejército son elogiados como excelentes ejemplos remanentes de la vida antigua, una visión verdadera del mundo antiguo. Sin embargo, una mención de un líder religioso que la gente no quiere aceptar como real y de repente Tácito y Plinio deben estar mintiendo, pero sobre eso mismo.

Puede elegir no creer en los aspectos espirituales de Jesús como Cristo, pero había un líder religioso llamado Jesús. Sí existió, los hechos históricos se basaron en tanta verdad como cualquier historia que creamos que es cierta. Toda la historia que aceptamos como verdadera se basa en escritos y artefactos históricos. Los escritos históricos que muestran que el Jesús histórico existió no son menos aceptables, ni verdaderos, que falsos que los escritos que muestran a Julio César o Nerón o que cualquier figura histórica existió. Aceptamos la existencia más firme de cientos de figuras históricas, a menudo basadas en pruebas históricas escritas mínimas, pero presentamos escritos sobre un líder religioso contradictorio y obviamente no pueden ser reales, ni siquiera cuando todos los otros escritos de los mismos autores son aceptados como reales.

La mayoría de los estudiosos han demostrado que Josefo tiene esa frase fraudulenta sobre Jesús.

Plinio menciona una cierta secta en Judea que adoraba a un carpintero “como si fuera un Dios” que los cristianos fundamentalistas pervertían para leer “como Dios”.

En realidad, hay muy pocas menciones históricas de Jesús que hayan sido verificables.

Pablo fue el tipo que hizo gran parte de la promoción de “Dios” con respecto a Jesús y no era un discípulo real del círculo íntimo, sin embargo, todo el cristianismo se basa en las enseñanzas de Pablo y las propias enseñanzas de Jesús son ignoradas.

P: ¿Los relatos de Flavio Josefo, Tácito, Plinio y Suetonio realmente prueban que Jesús existió?

¡No, definitivamente no!

El único que es vagamente contemporáneo a Jesús es Flavio Josefo, y no estoy seguro de confiar en un historiador que supuestamente contradice por completo la dirección de quién de su vida y sus objetivos al escribir “Antigüedades”.

Si no está de acuerdo, ¿puedo interesarle en esta monografía de Hitler sobre las virtudes de los judíos, o en una nota de Stalin sobre los beneficios del capitalismo? ¡Ambos disponibles a un precio razonable y menos que una pintura de Leonardo!

No. En primer lugar, el documento histórico * NO * ‘prueba’ las cosas que relata. Los historiadores solo pueden lidiar con las probabilidades … y ninguna de las fuentes que mencionas permite incluso un alto grado de probabilidad de que Jesús realmente existiera. El Testimonium Flavianum es ampliamente reconocido como una interpolación fraudulenta, por un lado … además, ninguna de las fuentes son, o afirman ser, testigos oculares. En el mejor de los casos, todo lo que pueden establecer es que, alrededor del tiempo en que los respectivos autores estaban escribiendo, había personas hablando de alguien que luego se conoció como Jesús.

¿En qué sentido? Sí, había un rabino viajero de ese nombre durante ese tiempo, especialmente popular entre los jóvenes. Y sí, los romanos lo ejecutaron.

En un sentido religioso, por supuesto, ningún relato puede probar que él era un hijo de Dios o lo que sea que estaba tratando de preguntar.

Pueden probar que un hombre llamado Jesús existió en Judeia al mismo tiempo que el personaje de la Biblia y que hizo algunas cosas que pueden corresponder a algunos de los eventos descritos en la Biblia.

No prueba que murió en la cruz y resucitó tres días después, no prueba que era un hijo de Dios y no prueba que haya hecho ningún milagro o que haya algo mágico en él.

¿Esto prueba su existencia o no? ¿Está definido por su existencia física, sus acciones terrenales o sus actos milagrosos? Decide por ti mismo, esta es una pregunta filosófica y no científica.

Claro, pero no son necesarios. Las epístolas de Pablo son más que suficientes para hacer eso.