No hay una respuesta fácil y corta a eso. Varios factores contribuyeron a ello. Hay que tener en cuenta que al final de la Primera Guerra Mundial (casi) no había democracias e instituciones establecidas. Europa estaba mayormente en ruinas sin autoridades y líderes desacreditados. Hubo muchas dificultades, seguidas de un breve período de auge y luego otro colapso y depresión económica.
La gente buscaba a alguien a quien culpar por su desesperada situación. Los encontraron con ricos industriales, comerciantes (judíos) y extraños de todo tipo. Los demagogos alimentaron estos sentimientos con el nacionalismo y las promesas de recuperación económica. Y al principio, tuvieron éxito, la economía mejoró gracias al gasto estatal. Y simplemente no podría empeorar mucho. El fascismo trajo esperanza, un sentido de importancia y pertenencia a personas desesperadas que eran muy susceptibles a ideologías extremas (también el comunismo en Rusia).