Italia no se está volviendo fascista. Simplemente, Italia ahora es un país enfermo, de verdad.
Y el movimiento de Grillo representa una noticia buena y no tan buena.
Buenas noticias
Muchos comentaristas parecen ignorar que, durante las últimas elecciones italianas, el Movimiento 5 Estrellas de Grillo marcó dos objetivos fundamentales: la mayoría de sus votantes y sus militantes eran jóvenes; la mayoría de los jóvenes votaron a favor (47% según Lavoce.info – Página de inicio).
Esta es una señal real de que algo en Italia finalmente está cambiando.
El Movimiento nació por la unión de miles de “Grillo Meet Up”, a fines de la década de 2000. Casi exclusivamente jóvenes, nacidos 20-30 años antes, que sintieron que la sociedad no los tomaba en consideración y que algunas cosas deberían ser cambiadas. Gracias a Internet y al entusiasmo de Grillo, crearon una vasta y organizada red de grupos de trabajo, tanto dentro como fuera del país.
Grillo, con su idealismo, representa perfectamente a la nueva generación italiana, que siente que la antigua está haciendo más daño que bien a la nación. Una generación que, como un adolescente, ahora pone en tela de juicio todo lo que la vieja generación construyó. ¿Sus opositores políticos? Partidos guiados por un viejo caudillo, un antiguo ex comunista y un viejo burócrata. No hombres adultos : solo personas muy viejas .
El resultado de las elecciones no debe verse como una guerra civil –muy democrática–, sino más bien como un “conflicto generacional saludable”. Grillo no tiene partido: simplemente ofreció el equivalente político de Facebook a una buena parte de la nueva generación joven italiana, enojada pero todavía democrática.
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Noticias no tan buenas
Teniendo en cuenta que Beppe Grillo tiene 64 años, sería genial si el movimiento pudiera encontrar su propia “inteligencia” y dejar de seguir a este líder. Italia necesita reconstruir su sociedad, y un hombre de 64 años no es la mejor solución. Grillo y su asesor (Casaleggio) parecen ignorar lo que está sucediendo fuera del país, como la mayoría de los italianos, y piensan que los problemas pueden resolverse aislando al país. Están “asustados por China”, no entienden la necesidad de crear los Estados Unidos de Europa, no ven la necesidad de otorgar derechos de ciudadanía plenos a las personas nacidas en Italia por inmigrantes no italianos. En 3 palabras: son viejos … viejos, pero no fascistas, en mi humilde opinión.