Es más seguro solo por una razón: Putin, el guerrero frío consumado, no lidera nada parecido al Pacto de Varsovia. Lidera un país económicamente en dificultades de 143 millones de personas que está plagado de corrupción, falta de libertad económica y bajo crecimiento.
Eso no significa que tanto Putin como Trump, ambos narcisistas de piel delgada, no adoptarán una postura como lo hicieron hoy, 22 de diciembre de 2016, cuando el anuncio de Putin de que tenía la intención de fortalecer el rendimiento nuclear ruso en 2017 fue recibido por un Tweet de Trump que Estados Unidos “debe fortalecer y expandir en gran medida su capacidad nuclear”.
El mundo era un lugar muy peligroso cuando Nikita Khrushchev utilizó la apertura cubana para amenazar a Estados Unidos y llevar al mundo al borde de la guerra nuclear a principios de los años 60. La Unión Soviética era una nación muy diferente en 1961 que la Rusia de 2017, ya que Estados Unidos no había emergido completamente de sus primeros fracasos en la carrera espacial y naciones no alineadas como Cuba se estaban alineando con los soviéticos.
Las amenazas son muy diferentes de las posturas, y sospecho que tanto el Sr. Trump como el Sr. Putin tienen más probabilidades de adoptar el espectáculo que el arriesgado.