Los historiadores para encontrar la autenticidad de la información dada tienden a referirse a una fuente primaria, que puede ser un artefacto, un documento, un diario, un manuscrito, una autobiografía, una grabación u otra fuente de información que se creó en el momento en estudio. Sirve como fuente original de información sobre el tema.
Además, si hay múltiples fuentes primarias, esto se suma a la autenticidad de la afirmación del historiador,
Sin embargo, me parece que realmente está preguntando si un reclamo, por ejemplo, un hecho histórico dado que se encuentra en Internet, es exagerado o no.
Para averiguarlo, debe considerar lo siguiente;
- Teniendo en cuenta la historia, ¿cuál es la mejor manera de conquistar y asimilar a las personas sin una reacción violenta sostenida?
- ¿Se libra actualmente una guerra cibernética entre las principales potencias?
- Si nuestra cultura moderna actual fuera analizada históricamente en una fecha futura muy lejana, ¿en qué época estaríamos agrupados?
- ¿Se enseña ahora la historia como sociología, y es esto algo bueno para la democracia?
- ¿Cómo se libró Pol Pot de los crímenes de guerra?
La fecha en que se publicó el contenido.
Como con cualquier disciplina, nuestra comprensión de nuestra historia y prehistoria cambia con el tiempo. Tomemos, por ejemplo, nuestro caso de la inquisición española. Hoy, entre los historiadores, no es un tribunal entre los tribunales más brutales, sino relativamente humano para su época.
Ver otras fuentes. Si corroboran el reclamo, lo más probable es que no sea exagerado.
Precaución: cuando se trata de fuentes, la calidad triunfa sobre la cantidad. Se puede encontrar un supuesto ‘hecho histórico en muchas fuentes de Internet, pero si ninguna de ellas es de un autor creíble, entonces no es necesario tomarlas en serio.
Sea plenamente consciente de los prejuicios del autor.
Puede pensar que un autor que brinda información sobre su país natal o un libro de texto de ese país puede ser la mejor fuente creíble. En realidad, pueden ser menos creíbles. La historia puede servir como una poderosa herramienta de propaganda y muchos, para glorificar o justificar su estado, no duden en alterarlo. Siempre verifique si sus reclamos están respaldados por otras fuentes de evidencia.
PD: si te encanta leer sobre historia, tómate tu tiempo para abstenerte en este artículo.