Personalmente no tengo nada en contra del nombre Adolf, y no tengo una reacción visceral: pero está claro que en Alemania, Austria, Francia e Italia el nombre y sus variantes se han convertido en nombres mucho menos comunes desde la Segunda Guerra Mundial, aunque en España y Portugal este es el refugio. Ha sido el caso.
Había muchos Adolf talentosos en el siglo XX. Algunos de ellos también eran judíos.
Por ejemplo: Adolf Abraham Halevi Fraenkel, un matemático israelí conocido por su trabajo sobre los números p-adic y por su contribución a los axiomas de la teoría de conjuntos de Zermelo-Fraenkel.
Y luego está Harpo Marx, que originalmente era Adolfo Marx, pero que cambió su nombre a Arturo porque no le gustaba Adolfo.
- Con Trump como presidente electo, ¿comprenderán ahora los estadounidenses por fin cómo la gente en Alemania en 1933 podría votar por un hombre como Hitler?
- ¿Qué pensaban los alemanes de Hitler en el momento de su elección?
- ¿Hay algún paralelismo con que Hitler gane el poder el 30 de enero de 1933 para que Trump gane las elecciones estadounidenses?
- ¿Existe algún paralelismo entre el surgimiento del nacionalsocialismo en Alemania y la victoria sin precedentes de Trump en los Estados Unidos?
- ¿Hitler era atractivo para las mujeres alemanas en el momento de su gobierno?
Con el tiempo, este sentimiento seguramente desaparecerá, como debería ser. Los nombres de moda y de moda van en ciclos.
Ahora el apellido, Hitler o Heidler, eso podría despertar un poco más de sospecha en mí mismo 😉