Japón no quiere hacer frente a su comportamiento de la Segunda Guerra Mundial. El liderazgo está ayudando a esta amnesia nacional hasta el punto de que muchos ciudadanos japoneses apenas son conscientes, o completamente inconscientes, de su historia. Su opinión sobre la Segunda Guerra Mundial es “sucedió”. No se ven a sí mismos como los agresores sino como víctimas de la guerra. La verdad no se enseña en la escuela y a menudo se suprime activamente.
Este mismo pensamiento estaba ocurriendo durante la guerra cuando su invasión de China fue presentada al público como salvadora de China. Es comprensible que quieran poner buena cara a sus hostilidades. El problema es que, a diferencia de Alemania, mantuvieron sus anteojeras después de la guerra.
Esta falta de voluntad para reconocer lo que hicieron está resurgiendo hasta el punto que algunos afirman que los estadounidenses están inventando todo.
Con este fin, hay una campaña de muchos años para no solo negar el pasado sino también cambiarlo. Este esfuerzo se extiende a los libros de texto escolares.
- ¿Quién ganó la Segunda Guerra Mundial?
- ¿Fue la Segunda Guerra Mundial una guerra justa?
- ¿Qué estados se independizaron de Rusia después de la Segunda Guerra Mundial?
- ¿Cuál fue el mejor tanque de la Segunda Guerra Mundial?
- ¿Podría un avión de combate militar, como un F-14, con combustible ilimitado, armas ilimitadas y partes ilimitadas haber hecho una diferencia decisiva en la Segunda Guerra Mundial?
La lógica revisionista de Tokio se centra en la premisa de que Japón es víctima de las potencias aliadas, especialmente en los bombardeos de Tokio y los devastadores bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, que resultaron en miles de víctimas civiles.
Esta narrativa revisionista se presenta en detalle en el museo Yushukan en Tokio, junto al santuario de guerra Yasukuni. La lógica es la siguiente: el Japón imperial libró la Gran Guerra de Asia Oriental (Daitowa Senso) en un esfuerzo por liberar a los pueblos asiáticos del yugo del imperialismo occidental. El “objetivo desinteresado” era llevar la modernización iluminada de Meiji Japón a los hermanos y hermanas asiáticos irremediablemente atrasados.
El museo Yushukan afirma que el presidente de los Estados Unidos, Franklin Roosevelt, trató de detener esta cruzada de “Asia por los asiáticos” mediante la imposición de un embargo de petróleo que tenía como objetivo paralizar la capacidad de guerra de Tokio. Según la narrativa, entonces, Japón no tuvo más remedio que responder a la interferencia de Roosevelt atacando la flota estadounidense del Pacífico en Pearl Harbor. Estados Unidos debería estar horrorizado por el revisionismo histórico de Japón
Negación de la masacre de Nanking – Wikipedia
Funcionario de transmisión japonesa: no cometimos crímenes de guerra, Estados Unidos simplemente lo inventó
Estados Unidos confundió al verdadero enemigo
Controversias sobre los libros de texto de historia japonesa – Wikipedia