Vivo cerca de un puesto militar muy grande y conozco a muchos soldados. Son casi unánimes en su apoyo a Trump y esperan volver a tener un presidente que les respalde. La mayoría de ellos son veteranos de Irak, Afganistán y otros lugares donde la guerra contra el terrorismo islámico se libra a diario. Muchos de ellos perdieron miembros de sus unidades debido a las reglas de enfrentamiento de Obama que les exigían recibir el fuego entrante del enemigo antes de que se les permitiera atacar. También han visto recortes en los presupuestos que han resultado en menos tropas para compartir la carga de despliegue, lo que significa que muchos de estos tipos y chicas tienen media docena de recorridos bajo sus cinturones.
Una de las mayores quejas es que el gobierno de Obama ha expulsado a tantos buenos oficiales de la bandera por diferencias políticas. Sienten que su liderazgo superior ha sido diezmado por un presidente que temía a los verdaderos guerreros y los reemplazó con “sí hombres” que respaldaron sus experimentos de ingeniería social. Prácticamente hay CERO apoyo en las filas para mujeres en MOS de armas de combate y políticas transgénero.