La mayoría de los blancos con los que he conocido o trabajado y que afirman tener algún pariente de NA lo rechazan bastante. No tiene ninguna relevancia para ellos y parecían estar algo avergonzados de ello. La actitud siempre es vagamente negativa. Luego están aquellos que he conocido que están 100% avergonzados y muy hostiles. Evidentemente, en su historia familiar, esta fue una carta escarlata y resultó en dificultades. Luego estaban aquellos pocos, con o sin ascendencia documentada, generalmente sin ellos, que estaban interesados en rastrear su linaje, aprender sobre costumbres e idioma, preguntarse si podían involucrarse en la defensa, si tenían el “derecho” y sentían una verdadera necesitan conectar los puntos con su herencia. No simpatizaban, como en “una causa”, sino que buscaban algún tipo de tranquilidad personal, por cualquier razón. Por lo general, sus familias también despreciaban a su único pariente de NA, y siempre había una clara impresión de que este pariente era una marca negra en el buen nombre de la familia. Y siempre, era el caso donde un pariente masculino “traía a casa” a una mujer nativa, que se divorció de su propia cultura a partir de ese momento. Es como una especie de doble estándar, en ese sentido.
Y luego … había dos personas que había conocido que eran firmes defensores, que organizaban cada sorpresa, protestaban por cada incidente, viajaban por todo el país a cada reunión. Estaban tan arraigados en la comunidad que supuse que eran NA. Actuaron como y fueron tratados como miembros valiosos de la comunidad, como ancianos. Sus decisiones fueron seguidas, sus consejos fueron tomados, solicitados o no. Sus eventos siempre fueron bien atendidos y bien gestionados. Estos dos no reclamaron sangre de NA, pero se les otorgó el estatus de tribales debido a su afiliación, participación demostrable, familiares por matrimonio que eran miembros inscritos, etc. Por lo tanto, tendría que decir que no, a pesar de los “reclamos”, no puedo digamos que vi una gran simpatía, como usted dice, de los blancos que tenían parientes de NA en su linaje, todo lo contrario, en la medida final. Pero, de nuevo, de ninguna manera somos personas unificadas o uniformes, y lo que tengo que decir proviene de mi propia experiencia y de mi propia generación. Veamos qué pueden agregar otros encuestados, a partir de sus propias experiencias.