¿Qué atrajo a Austria y Noruega hacia el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial?

Las razones fueron algo diferentes en cada caso. En Austria, se trataba principalmente de pertenecer al mismo grupo étnico que los alemanes, es decir, provenir de la misma raíz racial y hablar el mismo idioma. De hecho, muchos austriacos querían ser parte de una gran Alemania mucho antes de la Segunda Guerra Mundial, y Adolf Hitler es él mismo el mejor ejemplo (nació austríaco y se crió en Austria).
En Checoslovaquia, para la fracción que era pro-nazi, era casi lo mismo, en que esa fracción eran en su mayoría alemanes étnicos. Al resto, checos y eslovacos, siendo eslavos, no les gustó mucho la idea, por decir lo menos.
En Noruega las causas son un poco más complicadas. Si bien no eran alemanes étnicos, el atavismo romántico de una gran raza germánica había capturado la imaginación de muchos noruegos mucho antes de la aparición de Hitler en escena. Eso hizo que esos noruegos fueran susceptibles a la propaganda de los nazis. Knut Hamsun, ganador del premio Nobel, fue el ejemplo más notable de los noruegos atraídos por el nazismo, incluso había escrito un obituario de alabanza para Hitler tras su muerte.