Muchos de nosotros tenemos apellidos que difieren un poco de los que nuestros antepasados inmigrantes trajeron a Estados Unidos. En muchos casos, es solo una ligera variación ortográfica del nombre original, no un cambio de nombre. En otros, el nombre que usamos puede ser una versión en inglés, y en otros, los descendientes han terminado con un apellido completamente diferente. La mayoría de los investigadores norteamericanos descubren que su apellido tiene una ortografía variada o que ha cambiado de alguna manera. Esto podría haber ocurrido por razones tales como:
- Necesidad La mayoría de las máquinas de escribir y los equipos de composición tipográfica utilizados por los norteamericanos no podían hacer frente a las marcas diacríticas utilizadas encima o debajo de ciertas letras que se encuentran en varios idiomas europeos, o los logotipos que se ven en chino. Del mismo modo, los nombres escritos originalmente en hebreo, cirílico, árabe y otros alfabetos tuvieron que transcribirse a los que se usan en Estados Unidos o Canadá, por ejemplo.
- Incapacidad para deletrear o descuido. Muchos inmigrantes no podían deletrear (en inglés) su nombre. Entonces, cuando dieron su nombre a los empleados del condado, enumeradores, etc., esa persona escribió el nombre tal como le sonaba.
- Dificultad para pronunciar o deletrear un nombre. Algunos nombres, particularmente el polaco, son difíciles de deletrear o pronunciar para la mayoría de los estadounidenses y canadienses. Un inmigrante polaco llamado Dzeckaeiar puede haber simplificado el nombre a Decker.
- Deseo de romper con el pasado. Norteamérica, Australia y otras localidades fueron un nuevo comienzo para muchos de nuestros antepasados, y algunos no deseaban retener nada, incluido su nombre, que les recordara un pasado infeliz en el viejo país.
- Desacuerdo con parientes. Algunos miembros de la familia cambiaron sus nombres por completo, o la ortografía ligeramente, para evitar estar asociados con un pariente o vecino que no le gustaba con el mismo nombre. Muchas tradiciones familiares afirman que tales casos explican cómo surgió la ortografía particular de su apellido. Sin embargo, tales historias no siempre son precisas.
- No me gusta el nombre original. A muchos judíos, en particular, no les gustaban los nombres que se les habían impuesto en el viejo país.
- Miedo al maltrato. Algunos de nuestros antepasados inmigrantes habían huido de países donde fueron maltratados, y pensaron que un cambio de nombre podría evitar más problemas en el nuevo país. Durante la Primera Guerra Mundial, muchos germano-estadounidenses cambiaron o alteraron sus nombres porque temían la discriminación y el maltrato.
- Deshacerse de una objeción semántica. Algunos nombres, como Lipschitz o Gelbfisch, parecían divertidos para los estadounidenses, y tales nombres a menudo se cambiaban.
- Deseo de éxito material . Los estadounidenses de segunda o tercera generación a veces cambiaron sus nombres porque sentían que un nombre “incorrecto” podría impedirles tener éxito o conseguir un trabajo en particular.
Sabía la respuesta general pero quería una “fuente oficial” más.
Fuente: Guía de RootsWeb para rastrear árboles genealógicos No.
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