No. Ni siquiera uno.
Aquí hay un experimento que puedes hacer en casa que a través de una imaginación efectiva puede simular las ansiedades de estar en guerra. Cada vez que veas a alguien tocar algo, toca un timbre. No tiene que ser ruidoso, solo lo suficientemente fuerte como para que lo escuches. Ahora mírate todo el día. Y toca ese timbre. Cada vez que tocas tu cara, tocas tu camisa, tu cepillo de dientes, cualquier cosa. Escuchas ese timbre. Usted comienza a escuchar ese timbre tanto durante este tiempo que al día siguiente encontrará que “falta” después de varias veces. “Choque de conchas”. Eso o comienzas a imaginar que el timbre sigue sonando aunque no estés tocando nada. “Estrés post traumático”. Soportar esto por varios días … semanas … meses … años. Algo cambia Su percepción se altera incontrolablemente debido a esta cosa que interfiere sus sentidos sin invitación.