Cualesquiera que fueran sus opiniones privadas, cuando murió, Strom Thurmond ya no era el demagogo racista y ardiente que era. A partir de la década de 1970, comenzó a distanciarse de su pasado segregacionista y se convirtió en un republicano mucho más convencional, pragmático y favorable al establecimiento. Él comenzó a contratar empleados negros y votó a favor de extender la Ley de Derechos de Votación, a la que se había opuesto alguna vez. Su principal causa de animación se convirtió en el ejército, y ya no tenía mucho que decir sobre cuestiones raciales de una forma u otra. La historia estándar es que Thurmond siempre fue ante todo un político, y como tal era lo suficientemente inteligente como para cambiar con los tiempos.
Si hubiera vivido hasta 2008, estoy seguro de que Thurmond se habría opuesto firmemente a Obama, pero porque era demócrata, no afroamericano. No creo que le hubiera sorprendido ver a un afroamericano ser elegido presidente, considerando todos los otros cambios sociales masivos que presenció en su larga vida.