Las antiguas dinastías feudales chinas colapsaron por varias razones. Desde afuera, generalmente fue la intrusión de otra nación como lo que sucedió en las dinastías Yuan y Qing; Desde el interior, existe la corrupción del gobierno central, el fallo de un emperador de ignorancia o avaricia o lujuria, rebeldes causados por la tirranía, catástrofes naturales, guerras civiles, etc. (generalmente la combinación de varios factores)
Sin embargo, desde el establecimiento de la República Popular de China, una nueva China donde las personas pueden participar en la toma de decisiones de sus propias comunidades, ciudades e incluso del país, China ha estado mejorando su sistema de gobierno para convertirlo en un país democrático, eficiente, vigoroso y duradero. Sin embargo, siempre hay imperfecciones, el gobierno es incansable enmendarlas. El pueblo chino está decidido a mantener la unión y la estabilidad del país y convertirlo en uno próspero y respetable. Por lo tanto, es poco probable que se repita la turbulenta historia.