¿Por qué la gente compara a Trump con Hitler a pesar de que Hitler era un gran orador?

Bueno, en primer lugar, ni Hitler ni Trump hicieron campaña por políticas específicas. En cambio, ambos prometieron una nueva visión de liderazgo. Ambos afirmaron que las políticas políticas actuales son corruptas e incapaces de generar una acción rápida y decisiva frente a problemas inminentes.

Ambos usaron sus biografías para crear un nuevo estilo de política, que no se basa en la experiencia ni en políticas detalladas. En cambio, su propia “lucha” personal los convirtió en líderes auténticos, capaces de superar los problemas a través de la fuerza del carácter.

Ahora todos deténgase y piense por un momento. Al igual que Hitler, Trump está capitalizando un anhelo de liderazgo carismático, al que incluso las democracias occidentales altamente desarrolladas parecen muy susceptibles cuando las estructuras democráticas no logran todos los resultados deseados. Actualmente, ninguna democracia occidental enfrenta problemas en la escala de aquellos con los que Alemania luchó antes de 1933. Y, sin embargo, existe una sensación muy real de que una gran parte de la población no ha estado en el “lado ganador” durante mucho tiempo.

* Yo, personalmente, estoy firmemente en contra de Trump, pero no creo que esté cerca de las horribles ideas y objetivos de Adolf Hitler.

¿Por qué la gente compara a Trump con Hitler? Sencillo. Hitler fue el arquitecto del Holocausto, que mató brutalmente a millones de personas. Si puedes comparar a Trump con Hitler, tal vez las personas sean tan estúpidas como para pensar que él también quiere matar a muchas personas.

Ciertamente puede encontrar similitudes entre los dos, ambos son forasteros políticos, por ejemplo. Sin embargo, si comienzas a buscar, probablemente encontrarás otras personas a las que podrías comparar también con Hitler. Realmente, podrías compararme con Hitler (estoy vivo, puedo respirar e incluso puedo hablar un poco de alemán).

Las estúpidas comparaciones son, por desgracia, un sello distintivo de la política. Esta no es la primera comparación como esta, y lamentablemente no será la última. Es una pena que demonicemos a nuestros semejantes de esta manera.

La gente vincula las políticas de Trump hacia la inmigración islámica y mexicana con las opiniones xenófobas de Hitler sobre las “razas inferiores”, como los judíos y los eslavos. Aunque no hay duda de que las opiniones de Trump no son tan malas como las de Hitler, Trump es muy expresivo sobre sus opiniones. No teme que lo que dice pueda ser ofensivo para algunas personas, y eso es comparable a los discursos abiertamente antisemitas de Hitler. En este caso, no es su capacidad de hablar lo que está creando la conexión, sino su disposición a decir lo que piensan.