La respuesta obvia es la Carta Magna. Sin embargo, el concepto de que el Rey no está por encima de la ley no derivó de la Carta Magna, sino que preexistió en la cultura inglesa. Los normandos trajeron una forma más absoluta de monarquía y el rey Juan la llevó al extremo. Cuando se escribió la Carta Magna, no fue para introducir un nuevo código de práctica, sino para obligar al Rey a seguir las prácticas preexistentes, pero no codificadas, de la tradición inglesa.
El cambio importante en el poder en la política inglesa no fue hacer que el rey estuviera sujeto a la ley (siempre lo había estado), sino hacer que el rey estuviera sujeto al parlamento. Cuando le cortaron la cabeza al rey Carlos, y Cromwell tomó el poder, señaló que el rey ya no era soberano. Carlos II pudo haber sido reinstalado como “el soberano”, pero ya no era realmente soberano. El parlamento se convirtió en soberano en lugar del rey y el rey gobernó a voluntad del parlamento.