No hay ninguno
- Completo: hay una gran cantidad de historia: el mundo es un lugar muy grande e incluso si descontas la historia previa antes de que surgiera la agricultura en varias partes del mundo, todavía estás viendo muchos milenios. No conozco ningún libro que intente cubrirlo todo excepto aquellos que violen masivamente los puntos 2 y 3.
Le sugiero que elija un tema, área geográfica o período de tiempo que le interese, trabaje desde allí y no sueñe con saberlo todo.
- Detallado: No puede tener ambos detallados y completos a la vez. Como dije, exhaustivo es bastante difícil de encontrar. ¿Cuántos detalles quieres? Más allá de cierto punto de ‘detalle’, querrá fuentes primarias o informes arqueológicos. Como laico, me conformo con libros sobre un período específico de historiadores adecuados que conocen bien un período limitado o un tema y filtran las curiosidades. Muy rara vez vuelvo al material original a menos que sea algo que me apasione realmente, como los escritos del movimiento Digger.
- Sesgo: siempre hay sesgo, es la forma en que los humanos somos. Tenemos un tiempo limitado para acumular conocimiento, siempre tenemos una imagen parcial y cuando agregamos nueva información la vemos a través de la lente distorsionada de lo que ya sabemos. Dicho esto, hay prejuicios y prejuicios; las personas que afirman escribir historias completas tendrán teorías o temas generales que desean exponer, a veces de dudosa procedencia, cuanto más amplio sea el alcance previsto, más probable es que esté lleno de información incomprendida que se convierte en una polémica.
Un libro que recomendaría que no cumpla ninguno de sus tres criterios, pero que al menos será un comienzo, sería la trilogía de Eric Hobsbawm sobre la “larga” era del siglo XIX, La era de la revolución. Era del Capital y Era del Imperio.
Cubren el período desde la Revolución Francesa hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial y, aunque son bastante eurocéntricos, también intentan cubrir el resto del mundo.
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- ¿Cuál fue más poderoso en sentido militar: turcos o mongoles?
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El sesgo de Hobsbawm es el marxismo. No discute sobre esto, no trata de ocultarlo como un propagandista, no es un revolucionario de ojos salvajes interesado en producir un manifiesto, ciertamente no defiende los regímenes de Stalin y Mao, sino ideas marxistas de El determinismo económico impregna su trabajo y le da un cierto sabor. Su caballo de pasatiempo es el “bandidaje social”, crimen definido por el régimen prevaleciente como expresión de disenso popular; él da más espacio e importancia a tales instancias que otros autores podrían.
Su Era de los Extremos, que abarca todo el mundo desde 1914 hasta 1991, desde el comienzo de la Primera Guerra Mundial hasta el colapso de la Unión Soviética, es un poco mejor en la historia mundial, pero es mucho menos detallada debido a ello.
Sin embargo, es algo muy interesante, siempre que tenga en cuenta las inevitables limitaciones y prejuicios. Si está interesado en la historia moderna, este será un trampolín para futuras lecturas.