Siento que es un asunto complicado.
Por un lado, las figuras históricas tituladas “el Grande” tienden a tener éxito en sus logros generales: Alejandro Magno logró sus objetivos (en su vida), al igual que Ramsés y Pedro. Esencialmente murieron habiendo logrado más cosas buenas que malas. Napoleón, por otro lado, murió en el exilio después de haberlo perdido todo.
Sin embargo, Pompeyo el Grande murió en circunstancias similares (aunque no exactamente las mismas), y fue llamado Magnus incluso vivo (aunque inicialmente como una forma de burla por parte de sus oponentes, que adoptó con entusiasmo debido a su egoísmo). A pesar de los defectos de Pompeyo, era un buen líder militar, aunque su fracaso para detener a Julio César significaba que sus objetivos terminaron sin cumplirse.
Del mismo modo, Napoleón es una figura polarizante. Sus éxitos, tanto dentro como fuera del campo de batalla, son legendarios. Sin embargo, también lo son sus fracasos. La pregunta, por lo tanto, se reduce a si sentimos que sus éxitos superan a sus fracasos en la medida en que podamos atribuir objetivamente el epíteto a su nombre irónicamente.
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Para ese fin, no puedo decir. Personalmente, siempre he encontrado que tales epítetos son, en el mejor de los casos, una distracción histórica divertida y, en el peor, un título sin sentido. Alejandro Magno seguiría siendo Alejandro de Macedonia, incluso si no fuera llamado el Grande. Lo mismo con Ramses, Peter y Pompeyo.
En todo caso, a veces siento que llamar a una figura “El Grande” nubla su naturaleza humana detrás de un velo de adoración, en la medida en que pasamos por alto sus defectos a favor de la narrativa que ensalza sus virtudes (generalmente con el propósito de un nacionalismo sin sentido). ) Es fácil, por ejemplo, alabar a Alejandro como un gran conquistador, pero olvidar que después de la caída de la ciudad de Tiro, destruyó la mitad de la ciudad, asesinó a 8,000 civiles y vendió 30,000 más como esclavos porque estaba enojado por lo duro que los lugareños había luchado para defenderlo y cuántos de sus hombres habían muerto tomándolo.
Entonces, ¿Napoleón era un gran hombre? Ciertamente, a su manera. Entonces, si quieres ir llamándolo “Napoleón el Grande”, adelante, pero antes de dar vueltas por los títulos, nunca debemos olvidar que él fue, ante todo, un hombre * .
* Nota explicativa : en que era un ser humano falible.