Muchas razones. Hitler tenía ESP, una ‘Voz’ que le advirtió sobre el peligro basado en señales visuales y auditivas tan sutiles que una persona común los habría extrañado por completo. Era un excelente orador, capaz de “tocar” un auditorio lleno de gente, guiándolos y controlándolos con su voz feroz, sus gestos grandiosos y sus palabras, llevándolos a un frenesí de odio y esperanza cargado de adrenalina.
Gran parte del poder de Hitler estaba en su imagen cuidadosamente construida como antidrogas, ascético, no fumador, no bebedor, vegetariano célibe, “casado con Alemania”. Excepto por la parte de no fumador, no era ninguna de esas cosas. Él era en el fondo un actor. Hay fotos de él frente a un espejo, practicando su oficio.
Le apasionaban sus creencias, una de las cuales era la noción de que fue designado por fuerzas sobrenaturales, dioses mayores o algunas de esas entidades para ser el salvador de Alemania. (¡Dios nos proteja de tales salvadores!) Muy egoísta, nunca pensó en sí mismo como malvado. (Todos los villanos son héroes de su propia historia). Se imaginó que el fin justificaba los medios.
Era un líder atrevido, arriesgándose que ningún político lógico hubiera tomado. También tuvo suerte: los franceses y los ingleses estaban tan ansiosos por evitar la guerra que jugaron en sus manos, garantizando que la guerra, cuando llegara, encontraría a Alemania en una posición superior.
- ¿Dónde puedo encontrar y leer la orden escrita de Hitler sobre el exterminio de judíos?
- ¿Quién era peor, Adolf Hitler o Joseph Stalin?
- ¿Cuándo falló Hitler (en 15-20 palabras)?
- ¿La carrera maestra nórdica de Hitler incluyó otros países además de Alemania?
- ¿Por qué el Sr. Mahatma (Mohandas) Gandhi era tan ambiguo, pro Hitler, pro Islam y pro Británico?
Básicamente, un matón semi-sociópata, también podría ser muy encantador y considerado. Las mujeres que nunca lo habían conocido lo amaban. Tenía sentido del humor, aunque a menudo consistía en una broma a expensas de uno de sus subordinados: una llamada telefónica que imitaba hábilmente a otra persona, por ejemplo, diciéndole a la víctima que Hitler estaba muy molesto con él. Es probable que una de sus bromas haya tenido la intención de terminar con el ametralladora de Putzi Hanfstaengl mientras colgaba de un paracaídas en el aire sobre Berlín por la noche.
Hitler tenía total confianza en sí mismo y en su Voz y en Alemania. Como dijo su secretaria, Christa Schroeder, “estaba preso ante la ilusión de que una voluntad de hierro podría tener éxito en todas partes”.
Todos estos rasgos, en combinación con el hambre deliberada y la desestabilización de Alemania por parte de los Aliados durante y después de la Primera Guerra Mundial, más la Depresión, produjeron el perfecto “Sturm”.