Aunque Al-Biruni es considerado uno de los mejores eruditos del mundo medieval, su estudio de la India está cargado de muchos prejuicios. En primer lugar, él, perteneciente a una raza de conquistadores que reinaba sobre las tierras sometidas, trató de afirmar la supremacía de los primeros. En muchos lugares, describe a los indios como fanáticos. Si bien esto podría haber sido así, se trataba más de una opinión generalizada que no podría haber aplicado a toda la población, simplemente porque nunca tuvo la oportunidad de visitar todas las áreas dentro del subcontinente. Él interactuó principalmente con sacerdotes. Además, percibió que los límites de la casta eran extremadamente estrictos y penetrantes. Sin embargo, sus opiniones se derivaron de no mucha observación, sino más bien de inferencias de obras literarias. Por lo tanto, creía que las cosas eran como se describen en los textos. En realidad, no todas las secciones siguieron las reglas tal como lo prescribieron los brahmanas. También cambió los hechos en muchos lugares, para que la población para la que estaba escribiendo pudiera tener una mayor aceptación del texto. Por ejemplo, describió el hinduismo como una religión monoteísta. Describió a los dioses como ángeles y profetas, y enfatizó la existencia de un dios supremo. También trató de conectar a los hindúes con la gente del libro.
A pesar de estas limitaciones, Kitab al Hind sigue siendo una lectura fascinante y arroja luz sobre ciertos aspectos de la India que de otro modo podrían haber sido ignorados en la Historia.