Hay muchos dictadores autodenominados como Hitler. Sin embargo, ninguno de ellos es, por desgracia, lo suficientemente loco como para intentar dominar el mundo o genocidio que aceleraría su eliminación.
Basta con mirar a Oriente Medio, donde los países de Asia Central como Turkmenistán y Uzbekistán tienen un puntaje democrático escandalosamente bajo. ¿Y qué hacen las Grandes Potencias como Estados Unidos, Rusia y China? Cierra un ojo a su liderazgo autoritario y disputa sobre la influencia.
Estados Unidos y otras ONG occidentales solían hacer cumplir los ideales democráticos y buscaban cambios en las reformas políticas y sociales como condición para el suministro de ayuda. Sin embargo, se han convertido en jugadores de las reglas locales porque los países los han estado jugando amenazando con desalojar las bases militares y firmando acuerdos energéticos con Rusia o China. Estados Unidos eligió el mal menor ya que se centra en su guerra en Afganistán y necesita el Manas Transit Center KG en Kirguistán para abastecer a sus tropas.
Lo mismo ocurre con Rusia y China, que están más interesadas en el suministro de gas natural y tienen poco interés en exigir más democracia. A pesar de la corrupción prevalente en los países donde MILLONES de dólares encuentran su camino hacia los miembros de la familia gobernante, miles de millones se bombean continuamente para construir las tuberías: el oleoducto Atyrau-Alashankou de China, que se extiende desde el Mar Caspio hasta la frontera occidental de China y el nuevo gasoducto Asia Central-China.
- ¿Cómo habrían reaccionado los aliados, en caso de que Hitler hubiera aprobado el uso de gas contra el ejército soviético antes de cruzar las fronteras alemanas?
- ¿Hitler criticó al comunismo en alguno de sus discursos?
- ¿Hitler fingió su muerte?
- ¿El partido nazi todavía habría subido al poder si Hitler hubiera sido encarcelado por la muerte de Geli Raubal en 1932?
- ¿Por qué falló el Putsch Munich?
Lea este libro llamado Grandes Juegos, Reglas Locales de Alexander Cooley para obtener más detalles sobre el juego de poder en Asia Central.
Es indignante, pero la verdad es que un Hitler en el mundo moderno no es tan inexistente como podría pensar. Se juegan grandes juegos políticos y los perdedores son las personas que sufren. No necesitamos evidencias de genocidios para que apuntemos a un Hitler. Solo necesitamos abrir los ojos y no dejarnos engañar por la letra pequeña que los gobiernos nos ocultan.