¿Era Adolf Hitler verdadero patriota o dictador?

P: ¿Adolf Hitler era un verdadero patriota o dictador?

R: Adolf Hitler fue un verdadero patriota que estuvo a cargo de la Alemania nazi como dictador.

No se requiere ninguna explicación para respaldar el argumento de que él era un dictador porque él mismo dejó muy en claro que prefería la democracia presidencial a la democracia parlamentaria y la dictadura a la democracia presidencial. En consecuencia, inmediatamente después de la muerte de Hindenburg, fusionó el cargo de canciller y presidente y asumió el cargo combinado como Führer.

Parece falso o equivocado que Adolf Hitler fue un verdadero patriota. Nunca tuvo cargos de corrupción financiera como otros dictadores. Nunca explotó a su propia gente como lo hizo Idi-Amin-Dada de Uganda. No hizo ninguna propiedad personal. Trabajó día y noche por el bienestar del pueblo alemán. Independientemente del programa que hubiera publicado antes de las elecciones, siempre trabajó de acuerdo con eso y cumplió la mayoría de las promesas mencionadas allí, como la creación de empleo para todos los ciudadanos alemanes, la eliminación de judíos de los diversos puestos en la administración, educación gratuita para niños, mínimo ley de salarios, actos contra la crueldad animal, introducción de Volkswagen, desarrollo de infraestructura principalmente autobahn, desarrollo de industria pesada para la creación de empleo y desarrollo de infraestructura. etc etc etc.

Él eligió ser dictador, después de la muerte del presidente Paul von Hindenburg, quien lo había convertido en canciller.

Hizo a Alemania mucho más daño que la Primera Guerra Mundial, al tomar demasiados riesgos en la búsqueda de sus sueños globales. Y luego culpó a los alemanes por no ser lo suficientemente fuertes después de haber comenzado una guerra en dos frentes, innecesariamente. No muy partiótico.

Al menos 9 millones de alemanes no judíos murieron en guerras que Hitler podría haber evitado.

Probablemente ambos. Parece haber tenido una visión de una Alemania que rivalizaría con cualquier otra nación; también pensó que solo se lograría si tomaba el control completo. Desafortunadamente, los alemanes lo aceptaron, y cuando se dieron cuenta de que un megalómano estaba en control, ya era demasiado tarde.

Debemos tener en cuenta esta lección cada vez que un político promete “¡Hacer (insertar el país de elección) grande otra vez!”