Una democracia necesita apoyo popular para ir a la guerra. Obtener ese apoyo antes de ir es un primer paso crucial. Como el Congreso son nuestros representantes, tradicionalmente han tenido poder para declarar la guerra. Recientemente, no hay una declaración formal, pero aún vota por la autorización. Por ejemplo, la senadora Hillary Clinton votó para autorizar la guerra iraquí.
El área gris es cuando hay participación militar o venta de armas donde no hay voto. Por ejemplo, Obama utilizó ataques aéreos para ayudar a los llamados rebeldes a derrocar a Mohmmar Kadalhfi. La gente, a través del Congreso, se vio privada de la oportunidad de discutir si los llamados rebeldes serían mejores para el país o si eran yihadistas radicales que en realidad eran peores. Del mismo modo, la distribución de armas y armas de Obama a los llamados rebeldes sirios, algunos de los cuales se convirtieron en ISIS, no fue autorizada por el Congreso.