¿Por qué falló la cervecería Putsch en Munich en 1923?

“La Diosa de la historia me absolverá”. Adolf Hitler. De manera extraña, el Beer Hall Putsch colapsó por las mismas razones que la Operación Valkyrie. Tenga en cuenta los misteriosos paralelos: Primero, los conspiradores no pudieron coordinar sus actividades. Hitler se encontró políticamente, aunque no literalmente, solo en el Beer Hall. Sus compañeros conspiradores nunca aparecieron o llegaron tarde. No se había acordado la hora exacta del golpe. En segundo lugar, muchos de los conspiradores resultaron ser amigos de buen tiempo, particularmente Ludendorff. Estuvo de acuerdo en marchar con los nazis solo mientras parecieran estar al borde de la victoria. Tercero, la idea de vencer al ejército alemán en Baviera estaba a medias. Los golpistas no habían hecho el reclutamiento político dentro del ejército para contar con un apoyo sustancial. Cuarto, si bien había un objetivo claro, es decir, tomar el poder en Múnich y luego en Baviera, provocando una revolución nacional, los pasos para alcanzar ese objetivo nunca se expusieron en detalle. ¿Quién exactamente en Berlín debía capitular o pasar al lado de los rebeldes bávaros? En suma:

Una receta perfecta para el desastre. Aún así, Hitler logró notoriedad nacional e incluso internacional —el NEW YORK TIMES escribió un artículo largo y preciso sobre este extraño incidente— y el futuro Führer utilizó su juicio para defender el incipiente NSDAP.

  • En la tarde del 8 de noviembre, los aspirantes a revolucionarios no pudieron arrestar al gobierno del estado bávaro (aparentemente no hicieron provisiones para eso); el viceprimer primer ministro prontamente emitió una proclamación y se mudó a un lugar seguro en Regensburg; La policía bávara permaneció leal al gobierno legítimo.
  • En la mañana del 9 de noviembre, llevaron pistolas a una pelea de ametralladoras.