¿Por qué el engaño y la violencia eran características esenciales en los líderes políticos de ideologías radicales, como Hitler y Stalin?

Las sociedades en general gravitan hacia el centro y la tolerancia. Incluso en las sociedades afectadas por los movimientos revolucionarios y el derrocamiento, se produce una reacción, a menudo también violenta, que frena los excesos de los recién empoderados y quita parte de ese poder. Piense en un péndulo balanceándose, primero rápidamente y luego descansando gradualmente en el medio.

La sociedad totalitaria no permite que tenga lugar tal centrado, y la forma en que los “líderes” totalitarios contrarrestan los efectos centrados naturales de la resistencia a sus ideas de cerebro capilar es evitar un discurso público completo y abierto mediante una combinación de miedo, engaño, violencia, y concentración absoluta de poder en una personalidad individual. Por lo tanto, Hitler era el alimentador, literalmente, el “líder”. El único. De manera similar con Stalin y Mussolini, el inventor del fascismo, quien bromeó que la verdadera definición del fascismo es cuando los intereses corporativos y gubernamentales son los mismos, alineados.

El resultado es una nación de esclavos, no importa que les paguen, son esclavos de todos modos. Las reuniones y discusiones abiertas funcionan en contra de dichas políticas, ya que los intereses de las corporaciones y los ciudadanos con frecuencia están en desacuerdo, sobre el uso de los recursos públicos y el abuso de la confianza pública. El gobierno está allí para gobernar, para frenar los excesos, no para gobernar o dictar. Piense en el gobernador en un motor, que regula la velocidad de la máquina para que no se autodestruya, y puede obtener una imagen bastante buena de la gobernanza en la sociedad y por qué hay conflictos entre “ir más rápido” y “reducir la velocidad antes nos matamos a nosotros mismos “y al planeta. El buen gobierno encuentra el centro con tolerancia para las demandas dispares. Los radicales como Hitler y Stalin, en extremos opuestos del espectro, utilizaron medios notablemente similares para evitar que se lograra el centro mientras mantenían el poder, porque ese centrarse significaba ser tolerante con los puntos de vista de los demás.

Fácil. Independientemente de la naturaleza de sus ideologías o sus métodos, son en cierta medida políticos y si son radicales, implica un grupo político opuesto en el poder, con la policía a su entera disposición.

De ahí el engaño y la violencia.

El engaño es generalmente un rasgo en la gente más poderosa, no solo en los radicales.

La violencia es una herramienta utilizada por todos menos los más pacifistas. Los Hitlers y los Stalin están, siendo extremistas y radicales, dispuestos a ir más allá en su aplicación, eso es todo